viernes, 6 de junio de 2014

Centro de investigación para el biofuel en Brasil.


                                Boeing y Embraer


Boeing y Embraer no son en realidad tan rivales. El fabricante de aviones estadounidense y el brasileño compiten en ligas diferentes en la industria aeroespacial.Ahora suman además fuerzas para avanzar en el desarrollo del biocombustible para aviación.Para ello estas dos grandes empresas han creado un centro de investigación en São José dos Campos, donde tiene esta la sede de Embraer.


La compañía brasileña lidera en el mercado de aviones comerciales con menos de 130 asientos. Es un segmento aún muy pequeño y sus aeronaves se ajustan más a las necesidades de las aerolíneas regionales, especialmente en los mercados emergentes. El avión más pequeño de Boeing es el B737, el más vendido en el sector y el preferido de las aerolíneas de bajo coste.


Ambos fabricantes están inmersos en una intensa carrera para reducir las emisiones de carbono en los aviones que comercializan. Para ello, el centro avanzado de investigación tratará además de coordinar los trabajos que sus ingenieros desarrollan en el campo del biocombustible con el que llevan a cabo las universidades brasileñas y otras instituciones del país.El principal reto de esta operación se da en el desarrollo que tendría esto en la industria alimentaria y en el respaldo que daría a la industria de biocombustibles en Brasil.este país latinoamericano tiene una larga tradición este este sector como señalo el vicepresidente  Mauro Kern, encargado de el área de ingeniería y tecnología de Embraer.


Las dos compañías elaboraron un estudio junto con la Fundação de Amparo à Pesquisa en el que identificaron una serie de lagunas en la cadena de suministro del biocombustible. El centro de investigación conjunto, señalan Boeing y Embraer, trata de cubrir eso agujeros. El uso del biofuel es más bien anecdótico aún en la aviación comercial desde que empezó a utilizarse en 2011.